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viernes, 30 de mayo de 2008

"No me maten, soy periodista"

Recuerdo perfectamente que casi me echan de una clase de la Maestría de Comunicación Social que hice hace ya diez años cuando planteé este debate que voy a proponer ahora. La diferencia era que en ese entonces estaba rodeado, y a muy corta distancia, de periodistas que en ese momento se tornaron amenazantes y poco dispuestos a escuchar mis argumentos. Espero que eso no pase esta vez.

Hoy, algunos de aquellos que decidieron seguir hablándome a pesar de haber profanado su supuesta inmortalidad, me han reconocido después de un par de guaros, que era posible, sólo posible, que hubiera tenido la razón entonces. Para mi eso ya es un avance!

El tema era en ese entonces el siguiente: en una clase de no se qué cosas nos pidieron un análisis sobre el papel de los periodistas frente a la violencia en este país y la inocente profesora nos pasó unos videos, en uno de los cuales una reportera cubría una toma guerrillera en un pueblo de mierda al sur del país, en la época en que la guerrilla todavía tenía cómo tomarse pueblos de mierda al sur del país. Hasta ahi todo normal.

Al finalizar el video algunos hablaron de la responsabilidad social, del compromiso frente a la verdad, de la ética, y de un poco de cosas más que ahora entraré a discutir a raíz del papel que los medios han venido jugando en los acontecimientos recientes del país. Yo levanté la mano y llamé la atención sobre las palabras que gritaba la protagonista del video: "No me maten, soy periodista".

En ese momento, intuitivamente y de manera algo ingenua debo reconocerlo (tan inocente como para plantearlo en dicho escenario), dije que qué periodista tan pendeja. Que cómo iba a pretender que con decir eso en medio de un combate a sangre y fuego los guerrilleros iban a respetar su vida. Que me molestaba esa soberbia y que creía que ese efecto de inviolabilidad que muchos de mis colegas (en ese entonces los llamaba así) pretendían ganarse por tener el diploma que los acreditaba como periodistas, era falso, innecesario y peligroso.

Ahi se armó la pelea. Se pusieron agresivos, incluso la profesora. Antes de acabar la clase, y luego de 30 minutos de frases insultantes en mi contra, me paré, abrí la puerta, grité: "No me maten, soy economista" y salí corriendo para protegerme de sus agresiones.

No me imagino a Tavo, en medio de una situación de riesgo gritando: "No me maten, soy urólogo" o a Zefer insistiéndole a un par de gamines que lo quisieran robar: "No me roben, soy arquitecto". O a mi hermano, cuando lo retuvieron forzosamente un grupo de aquellos malandrines en las selvas del sur del país mientras hacía su tesis en mariposas: "No me maten, soy biólogo".

Pero a los periodistas les llenan la cabeza de cuentos que creo, humildemente, no son ciertos. Sobre varios de ellos voy a hablar ahora, asumiendo el riesgo de recibir una infinidad de críticas de todos esos amigos y compañeros de trabajo que se dedican al periodismo, pero "Ey, no me jodan, tengo un blog y puedo decir lo que se me de la gana".

Primero: estoy de acuerdo con que el periodista debe informar, pero no creo que deba encontrar la verdad, entre otras cosas, porque dudo mucho de esa palabreja y de la existencia de algo que pueda ser absolutamente verdadero cuando de lo que se trata es de contar la versión que tienen diversos actores sobre un mismo hecho.

Algún periodista me dijo cuando le planteé ese interrogante: "Yo no soy el que decido quién dice la verdad, el que decide eso es el que recibe el mensaje, yo sólo doy las diferentes versiones de un mismo hecho". Muy bien, puedo estar de acuerdo. Pero entonces, segundo: Si la pretensión finalmente, y en serio, es sólo informar y dar versiones, esto lo tienen que hacer dentro de unos parámetros éticos. Y en las facultades de comunicación, y luego en la realidad cotidiana del ejercicio periodístico enseñan que para conseguir la noticia que nos dé el Simón Bolivar o el Pulitzer, bien vale la pena saltarnos la ética y la moral. Y ojo que eso pasa también en todas las profesiones, no lo tomen como un ataque personal y exclusivo a un ejercicio que respeto y admiro profundamente cuando se hace bien. Se vale hacer una pregunta insultante y malintencionada para que el entrevistado reconozca sus supuestos errores; se vale acorralar al acusado, perdón, entrevistado, para sacarle una confesión inesperada. Ojo: Los periodistas no son jueces, y si quieren serlo, que estudien derecho en el edificio de al lado!!!!! Seguro ganan más plata y haciendo lo mismo!!!!!

Tercero: el periodismo actúa convencido de que "la chiva justifica a los medios". Digna frase del Maquiavelo contemporáneo! Así muchos en público nieguen lo anterior, así funciona la cosa. Cinco años trabajando directamente con periodistas y algún otro más cuadrado con algunas de ellos, me permiten asegurarlo. Y la cosa no debería ser así. El objetivo debe ser la chiva, ahi si nos entendemos, pero siempre y cuando conseguirla no implique trasgredir cualquiera de los preceptos morales que respetaríamos o debieramos respetar cuando dejamos de ser periodistas y estamos en la casa comiendo con toda la familia mientras celebramos la Navidad. Mejor dicho: No hagas a un entrevistado lo que no quisieras que le hicieran a tu esposa embarazada o a tu mamá enferma. Así de sencillo.

Me corto una pelota (y sólo una porque dicen los expertos que así todavía queda sirviendo el aparato, y pues tampoco es para tanto) si al periodista elevado por algunos al grado de héroe nacional por cubrir la toma de la sede de Porvenir, le hubiera parecido bonito ver el dolor de su esposa embarazada en directo por City (y no sólo eso sino saber que millones lo veían en directo) o si su propia mamá, mientras lo veía supuestamente convertirse en adalid de la justicia, no lloraba y pensaba otra cosa diferente a "Mijo, salga corriendo de allá, no sea que me lo maten". La señora, seguramente se hubiera tranquilizado si le revelan que su hijo en cualquier momento pudo haber exigido: "No me maten, soy periodista".

Gonzalo de Francisco dice en su columna del Nuevo Siglo de la semana pasada que "el cubrimiento de los medios de un atentado terrorista forma parte del atentado terrorista, querámoslo o no" y Javier Darío Restrepo dijo en la última Semana que "frente a un sujeto que está imponiendo el terror, el reportero está expuesto a sus emociones y dice lo que ellas marcan y no lo que le indica su razón, más cuando siente que tiene que hablar, hablar y hablar". ¿Pero cómo así, Javier Darío?, ¿50 años en prensa y 25 en televisión no te sirvieron para aprender que los periodistas están revestidos por un halo sublime que los proteje contra las trivialidades terrenales de lo emocional, de lo vulnerable?, ¿Tu nunca gritaste frente a una granada amenazante: "No me mate, no ve que soy periodista"? Yo la verdad no creo, ese man es un periodista de verdad, del que todos los nuevos comunicadores deberíamos aprender.

Y ahí va el cuarto punto: el periodismo y los medios no pueden convertirse en megáfonos de actos violentos, y menos en un país tan jodido como este gracias a los actos irresponsables de una (o varias) parranda(s) de terroristas. Haber transmitido en directo la toma de la sede de Porvenir y haberle puesto el micrófono a un señor con una granada en la mano, amenanzando con detonarla, y haber usado la cámara para mostrar la cara de susto de todos los allí presentes, es una sinverguencería. Eso no es periodismo señores, eso no es salvar vidas, como dice Daniel Coronell, siete páginas antes que Restrepo en la misma Semana, eso es, como dice Gonzalo: terrorismo!

¿Que había que denunciar la pobreza y las desigualdades de este país, encarnadas por un exmilitar que reconoce abiertamente haber torturado? No creo. Pero si ustedes sí lo creen, señores de City, vayan y hagan un reportaje sobre la vida de los desplazados por la violencia en el sur de Bogotá, siempre y cuando respeten a sus entrevistados, que son los que les dan de comer, pero no se valgan del terror de la gente para ganarse el Simón Bolívar.

"Ver en directo a una persona amenazando las vidas de otras tiene un efecto multiplicador muy dañino, pues el mensaje es que se puede manipular a los medios por la vía del terror. En nuestro país hay muchos desesperados y loquitos, que al ver eso, pueden tomar el camino equivocado" dice Javier Darío.

¿Que gracias al periodista de City se logró controlar una tragedia? Falso, refalso, recontrahijueputamente falso!!!!! Se logró evitar la tragedia gracias a los valientes policías que redujeron al señor de la granada. Los periodistas no son policías, ni detectives del DAS, ni investigadores privados: son periodistas. ¿Cuándo han visto un policía entrevistando a un senador de la República?, ¿O a Tavo haciendo una maqueta?, ¿O a Zefer examinándole la próstata a alguien?. Nunca!

¿Que entonces es igualmente recriminable la entrevista de la Gurisatti a Castaño, porque el señor encarna y representa una serie de delitos cometidos, totalmente brutales y condenables? No. Los delitos sí son brutales, condenables e inaceptables, como cualquier otro tipo de delito. Pero en esa entrevista yo no vi cuatro viudas de la violencia causada por él, ni sus caras de angustia mientras le entrevistaban, ni vi un celador corriendo despavorido como si se le hubiera aparecido el mismo Castaño, ni nada de esos sensacionalismos que se vieron por City hace una semana.

Son cosas diferentes. Además, si ese argumento es válido, acá no se podría entrevistar ni a Samper por el 8.000, ni a Higuita por sus amistades peligrosas, ni a Piedad Córdoba por ser compinche de los guerrilleros, ni a nadie. Y por último, Castaño es un tema de interés nacional, el señor de la granada no. No es lo que se cuente, sino cómo se cuente: con mujeres embarazadas llorando, como lo hizo City, o sin ellas, como yo hubiera preferido.

¿Que el periodista informa y el televidente o el lector decide si creerle, si cambia de canal o si el culpable es el uno o el otro? No me jodan. El periodista debe asumir la responsabilidad de lo que cuenta, y más en un país de analfabetas como este! Si supuestamente por ser periodistas no los matan, que a cambio de semejante don actúen de manera responsable, respetando los límites que la ética profesional les impone.

Por hoy no más, me voy a leer la Cambio que titula "Los medios, al tablero". Deben estar rabones porque el Ministro le dio la chiva de "Tirofijo" a Semana.

Hanssen, Silvi, Lina y todos los demás amigos periodistas que me leen, les pido que "No me maten, soy economista, y además, hincha del Bucaramanga. Ya con eso tengo suficiente". Perdónenme todos.

sábado, 17 de mayo de 2008

¿Calidad o cantidad?

Dicen que los colombianos leemos 2 libros al año. Empezaría feliz una campaña para prohibir que esos dos libros fueran de superación o sobre con quién se acuesta Natalia París.

Que no panda el cúnico

Esta semana Victor Marulanda, presidente del Nacional, dio declaraciones sobre los costos que tendría para su equipo la eliminación de los cuadrangulares, y afirmó que dejarían de recibir 1.500 millones de pesos si los resultados de mañana no se le dan.

El editorial del Tiempo de hoy pide juego limpio y ruega por que los árbitros de mañana estén en su día de suerte y no interfieran, como ya lo han hecho, en el resultado de los partidos, y recuerda la eliminación hace un año del Bucaramanga, cuando un señor de negro, que realmente no quiero recordar, pero a quien se le prohibió volver a pitar, sancionó un penalty a favor del Tolima dos metros fuera del área. Señor editorialista, bien podría recordar episodios más recientes del fútbol colombiano en los que también se ha perjudicado al Atlético, también por cuenta del cobro de penalties inexistentes.

En fin, que mañana hay que mantener la calma. Hay que ver los partidos y luego decidir si la eliminación de Millonarios es culpa o no del árbitro, virtud de los delanteros paisas o error de los defensas embajadores. Para mi, los clasificados serán los dos equipos de Antioquia que aún pelean por entrar a los ocho. Sólo que realmente espero que a "Marulo" no se le ocurra pensar que bien vale la pena pagar 200 millones al árbitro en Neiva para garantizar que los verdes no dejen de recibir los 1.500 que les costaría la eliminación. Aunque si hablamos de justicia, el que debería estar ya adentro es el Quindío. Y hoy no lo está por culpa de un mal pito.

Pase lo que pase no perdamos la calma quienes quedemos eliminados- insisto. El fútbol es así, los colombianos somos así, y sobre todo, en unos meses todo vuelve a empezar de cero. En eso llevamos más de 50 años los hinchas del Bucaramanga! Sabernos malos y aceptarlo ya es suficiente penitencia.

Propongo a Oscar Pistorius, el surafricano que no tiene piernas sino unos alambres ultramodernos y que corre los 400 metros en 46.96 segundos, como contratación para el próximo semestre!!! Acaba de ser aceptado para participar en los olímpicos siempre y cuando pase el corte clasificatorio y tiene más pelotas que cualquiera de los delanteros del Bucaramanga, aunque no se si sean naturales o un par de testículos de mercurio de última generación. Si fuera así, en todo caso, podrían contratarlo para otra serie de menesteres.

jueves, 15 de mayo de 2008

Ahora pues...



En la repartición de cualidades a la que uno me imagino debe asistir antes de nacer, a mi me quedaron debiendo o papilas gustativas o prepotencia.

A mi todas las Coca Colas (menos la Cherry Coke) me saben igual. Me saben, atención, a Coca Cola!!!!! No sería capaz de saber si la cerveza que me sirven en un vaso sin marquilla es Águila o Club Colombia. Sólo necesito que esté fría para disfrutarla.

Tengo amigos que discuten sobre el sabor de la Coca Cola Zero y sobre la supuesta gran diferencia entre el sabor de una gaseosa en botella y otra en lata. He visto gente devolver botellas de vino porque la cepa de la uva del año 1999 en los Malbec catalanes maduró dos días antes de lo previsto.

Una vez alguien me dijo: "Te va a encantar este vino, tiene un sabor a pino espectacular...". Yo no atiné a responder otra cosa diferente: "Hace rato no como pino". Desde entonces, cuando los meseros me acercan la copa para catar el vino antes de aceptarlo en la mesa, una vez lo pruebo contesto como la primera dama: "Sí, es vino". Igual, a la segunda botella ya todas saben igualito.

En fin, que nunca he estado de acuerdo con todo el show que hay detrás de pedir vino en los restaurantes, o la cada vez más común costumbre de aparentar una mayor cultura por tomar vinos caros y saber toda la rutina para impresionar a incautos bebedores desapercibidos. Lo que tienen seguro quienes aparentan ser más plays por beber mejor vino, es más plata!!! Y eso me parece bien, y me gusta.

Pero ahora salen un grupo de psicólogos británicos y un productor de vinos chileno, que quién sabe cuánto billete se ganaron por hacer el supuesto estudio en que se basaron, diciendo que "la música puede influir en la percepción del sabor del vino" y que "Jimmy Hendrix es el perfecto acompañante para una copa de vino Cabernet Sauvignon". Todos se me pueden ir pa la mierda en este mismo instante!!!!!


Ahora resulta que voy a tener que compartir restaurante, o lo peor, mesa, con alguien que además de pedirle al mesero que le cambie las copas si varía el año del vino que me estoy tomando, a alguien que pide que le pongan "Orinoco Flow" de Enya para beberse un Syrah o "Rock DJ" de Robbie Williams para jartarse una botella de Chardonay.

Yo, de puro rabón, y para no quedarme atrás con estas excentricidades que sirven aparentememte para ganar estatus, la próxima vez que vaya a jugar tejo me voy a emputar si se les llega a ocurrir ponerme "La Camisa Negra" cuando estoy chupando cerveza Poker y voy a exigir en tono presumido, que me pongan "De rodillas" o me traigan una Club.

Ahora pues se van a inventar más pendejadas para separar el mundo de la enología del mundo de los mortales. Que no me jodan!!!

domingo, 11 de mayo de 2008

Al United también le regalan penalties

Al Manchester United también le regalan penalties. Sólo que ellos si demostraron, con un segundo gol, un golazo de Giggs, su título en la Premier League. A Millos ayer le regalaron uno. He visto la jugada como 6 veces y sigo creyendo que no fue (y a todos les consta que desde hace meses dudo abiertamente de la clasificación del Bucaramanga). Pero así es el fútbol colombiano: Dos equipos muy regulares, y sobretodo irregulares, peleando como sin ganas, pero encima sin argumentos técnicos, por un cupo a unos cuadrangulares que seguro darán muchas sorpresas y en los que todos se nivelarán por lo bajo.

Menos mal el fútbol de la Selección, el que nos puede llevar a Suráfrica, se juega en canchas extranjeras y lo disfrutan hinchas franceses, argentinos, españoles y mexicanos, porque de los 18 equipos de la Copa Mustang ninguno le ganaría, por ejemplo, ni al Mallorca, que hoy se puso a un punto de Europa, y que despidió a Frank Rikjard del Camp Nou en medio de una nueva pañolada, ni al Siena (hoy a casi 40 puntos del líder) que le jodió el título anticipado al Inter de Iván Ramiro. La Equidad 0, Siena 3; América 1, Mallorca 2. No lo dudo.

Los clubes colombianos quedaron eliminados muy temprano de la Libertadores. Chicó, Cúcuta y Nacional nos representaron e hicimos el oso. El goleador de nuestro torneo es Carlos Rentería, del Huila, equipo eliminado desde hace rato. Colombia es el cuarto país en el escalafón suramericano que mide el desempeño de sus clubes.

He visto mucho fútbol este año, muchos partidos colombianos, y sólo rescato algunos partidos de Santa Fe al inicio del torneo y algunos otros del América, que sigue siendo el equipo que más me convence este semestre. Mejor dicho: no estamos como para salir a celebrar! Ni los del eliminado Bucaramanga, que deberá seguir con un ojo en el noveno lugar (su puesto favorito desde hace ocho semestres) y otro en el descenso; ni los del Ferrari capitalino, que hace rato no juegan a nada, a pesar de los regaños del Pecoso y los reclamos de su afición; ni mucho menos los hinchas de quien se clasifique de octavo.

Nos tocó volvernos hinchas sólo de la Selección, como las viejas que no saben de fútbol y le hacen barra a Colombia sólo para sentirse chicas Águila 18 veces cada cuatro años o para simular un interés que seguramente les hará ganar puntos frente a sus amigotes futboleros.

Así de preocupante está la cosa.

sábado, 10 de mayo de 2008

Sí y sólo sí

Si se perdieron el sábado 10 de mayo a la 1:45pm en la sección de farándula de Noticias Caracol un grupete de miariachis liderados por un enano cantando "Me enamora" de Juanes, qué afortunados son. Yo desgraciadamente me los encontré en medio de un desprevenido zapping. No hay derecho!

Si no están mamaos de oir a todos los miembros del Canal RCN diciendo cada vez que pueden que "el DVD pirata de -Perro como perro- es diferente a la película original", vayan de una vez por todas a cine y la ven, eso sí, con Mareol a la mano, para que nos dejen de meter los dedos en las boca. Ví las dos versiones, sólo para saber si en la pirata también tenían un camarógrafo con Parkinson, y sí!!

Si piensan lanzarse al Congreso en las próximas elecciones ahorren desde ya para adquirir un servicio privado de ambulancia o dejen de comer tanto chicharrón.

Si extrañan las marchas multitudinarias (pasó un mes y una semana desde la última, que ya no fue concurrida) pueden irse a Bolivia y organizar una en favor de la autonomía de Santa Cruz.

Si entendieron que odio a Millonarios al leer mi última entrada en este blog, aprobaron el curso de comprensión de lectura.

Si quieren la segunda reelección de Uribe, por favor empiecen a hacer campaña en el 2009 y dejen descansar un poco a quienes hoy no la creemos conveniente.

Si son tan amables, recomienden a sus amigos leer este blog.

miércoles, 7 de mayo de 2008

No me aguanto

De mis papás y mi hermano aprendí y sigo aprendiendo muchas cosas. La mayoría buenas, afortunadamente. Y creo que se merecen un reconocimiento público y sincero por haber hecho de mí la persona que soy.

Lástima la calvicie, aunque debo aclarar que también estoy orgulloso de ella, y de eso pueden dar fe todos los que realmente me conocen.

Lástima el caminado de pato, eso sí tiene nombre propio y un sólo responsable: Carlos H., mi papá. Hasta honorables ministros de la República y algún presidente del cono sur se ha reído por mi caminado, gracias a que a alguno de los primeros le pareció muy bueno, para romper el hielo en una comisión bilateral de altísimo nivel, imitar mi manera de caminar. El presidente Frei y todo su gabinete estallaron en una sonora carcajada y luego en la noche, ya con unas copas de más, él mismo decidió lanzarse solito, sin que nadie se lo propusiera, al arte de la imitación.

Lástima todos los otros defectos que tengo, que son muchos, pero sobre los que no voy a extenderme. Esos sí, debería reconocer, casi todos adquiridos de manera autodidacta con el paso de los años.

Pero si hay algo que, junto a mi familia, me ha formado hasta llegar a lo que soy hoy, es mi afición casi enfermiza por el Atlético Bucaramanga.

El "Artrítico" me enseñó a ser solidario. Todo hincha del Búcaros que se respete entiende el dolor que puede sentir un hincha del Tuluá, hoy el peor equipo de la B, después de diez años con algunas destacadas temporadas en la primera categoría. Yo comparto y acompaño al Tolima y sus hinchas en su último lugar en la tabla a día de hoy. Y estoy dispuesto a bañar en unas buenas botellas de ron el dolor que deben sentir los tiburones al ver al Junior a punto de perder la categoría. Para eso son los amigos al fin y al cabo. !!! Ánimo barranquilleros, ibaguereños y tulueños, estamos con ustedes!!!

El "Bucaramanchester" me enseñó a perdonar. Yo realmente no guardo rencor por ningún árbitro. Si fueran inteligentes serían gerentes de la British Petroleum Company. Sé que desempeñan uno de los oficios más desagradecidos de la historia universal. Nunca, hagan lo que hagan, dejarán contentos a todos los espectadores, periodistas, y mucho menos a los hinchas que evalúan sus decisiones cada domingo. Errar es humano, y en ese sentido, no hay nadie más humano que un árbitro de fútbol colombiano. Pero el fútbol, a pesar de ellos, sigue siendo todo un espectáculo. Hay que perdonarles sus equivocaciones, tan frecuentes que seguro en un par de fechas van a beneficiar al equipo al que hacemos barra. Así que señores, hay que perdonar a los árbitros, a los que creen que Millos es un buen equipo, o a quienes se creyeron que el Cúcuta fue el año pasado uno de los mejores cuatro de América.

Ser hincha "leopardo" me enseñó el valor de la gratitud. Cualquier empate se le agradece a mi equipo del alma. Cualquier entrada a los cuadrangulares será celebrada como si fuera la última (que en el caso del Atlético, probablemente lo es). Cualquier victoria sobre Millos, no importa si esos tres puntos implican consolidarse en el puesto 15 o ganar un cupo en la Libertadores, será reconocida como una victoria realmente satisfactoria. Los catalanes están de muerte por el tercer lugar del Barça en la liga y su eliminación en semifinales de la Champions. ¿Se imaginan la rumbita que armaríamos en la Ciudad de los Parques si nuestro equipo es, en un mismo año, cuarto en la Copa Mustang y cuarto en la Libertadores? Pues más o menos la misma que ha hecho Cúcuta en los últimos años sólo que más entretenida y con buen aguardiente.

El Bucaramanga me hizo ser un poquito más sencillo desde que entendí que, como decimos por allá, "la lengua es el peor azote del culo". Por eso prefiero pensar que este domingo no le ganaremos a la "gallina azul" y desde hace un mes estoy diciendo, en público y en privado, que este semestre tampoco clasificaremos a los cuadrangulares finales. Aprendí a ser un hincha que es capaz de reconocer que no siempre el árbitro se equivoca en nuestra contra, sino que, como dije antes, a veces a nuestro favor. No todas las faltas en contra de alguno de los gladiadores de amarillo es para roja, y no todas las caídas en el área del equipo contrario son penaltis.

Soy más fiel gracias a mi equipo. No mucho más fiel en términos absolutos, pero algo es algo. Nunca le haría fuerza, por ejemplo, al Cúcuta, enemigo tradicional de los canarios, así en el Gol Caracol me digan que ellos son Colombia en la Libertadores. Ellos eran Venezuela en la B durante más de diez años.


El Atlético me enseñó a ser perseverante. Ninguno de los hinchas que ha sufrido con las malas jugadas de mi equipo del alma durante los últimos 59 años lo ha visto salir campeón de la primera categoría. Somos gente sufrida y que no me vengan con que los de Santa Fe son una hinchada sufrida: tienen 6 estrellas y le metieron 7 goles a Millos en 1992. Yo nada más con esto último sería el hombre más feliz del mundo por 90 minutos, y unos días más, durante los cuales me dedicaría a ser solidario con los hinchas embajadores, por supuesto. Hay que luchar y sufrir mucho antes de lograr lo que se pretende alcanzar. Hay que cargar muchos ladrillos antes de ser presidente de una multinacional. O como dirían algunas de mis amigas, y para mi pesar, alguna de mis exnovias, hay que besar mucho sapo antes de encontrar el príncipe azul (todavía no sé qué me habría querido decir). Claro, eso sí, después de 34 años estoy empezando a dudar que el que persevera alcanza, y esto también gracias al Bucaramanga.

Los Búcaros me enseñaron la templanza, que según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española es la cualidad de "moderar los apetitos y el uso excesivo de los sentidos, sujetándolos a la razón. Moderación, sobriedad o continencia". Sobre esta última ya les contaré a los 60 años. Sospecho que todo lo aprendido lo desaprenderé cuando la próstata empiece a fallar. Pero sobre la moderación de los apetitos, en este caso exclusivamente futbolísticos, porque de los otros pocón, sobre la sobriedad, también en este escrito contexto, porque en los otros estoy como mal, y sobre el reconocimiento de que la derrota, por más dolorosa que sea nos hace mejores personas y mejores hinchas, el Atlético es un manual de axiología.

Gracias a los once valientes que domingo a domingo se baten como verdaderos leopardos en la sintética o en el resto de estadios del país, soy más resignado, y aprendí el verdadero valor del sacrificio y la prudencia, valor del que obviamente adolecía el ministro que me imitaba en frente de las más altas instancias gubernamentales de Chile.

Por todo lo anterior es que soy hincha de equipos histórica y estructuralmente débiles como el Atlético Bucaramanga. Después de 5 años en Barcelona soy hincha del RCD Mallorca, un equipo que tuvo que esperar 44 años para llegar a primera división, y ha tenido que repetir esa proeza siete veces durante sus 92 años de existencia. Pero un equipo que, gracias a la perseverancia y algunas esporádicas buenas temporadas ha tenido 7 participaciones en torneos europeos, alcanzó a ser en 2003 el vigésimo segundo mejor equipo del mundo, y ha participado en tres finales de la Copa del Rey, ganando una. Hoy los rojinegros están a tres puntos de meterse nuevamente en Europa y tienen el Pichichi de la liga española. Un goleador de los de verdad, de los que no cobran penaltis: 22 goles con el pie y dos de cabeza tienen a Guiza (no sé cómo poner la diéresis sobre la "u", disculparán) dos goles por delante de Luis Fabiano que juega en el Sevilla.

Odio al Real Madrid por ser un equipo presumido, el Villarreal me cae bien por ser un equipo chico pero rendidor. Prefiero la selección paraguaya a la brasilera, los guaraníes luchan más y son más entregados en las canchas de fútbol, viven del presente y no de las glorias, muchas de ellas pasadas, como los cariocas. Le hago barra a los africanos en los mundiales. Ellos han tenido que comer mucha más mierda, como Rocky en su cuarta edición, que los alemanes, el prepotente y frío Iván Drago, para llegar a donde están. Solidaridad con los luchadores, perseverancia, sencillez y gratitud por los logros alcanzados. Gracias Atlético Bucaramanga!

Y todo esto para hacer mis pronósticos para el fin de semestre: el sábado que viene empate en el Campín, que deja eliminado a Millos y mantiene con vida al Bucaramanga (que será noveno nuevamente al final del semestre). Mallorca séptimo en la liga (habrá que esperar otro poco para volver a Europa). Manchester campeón en la Premier League, empatado en puntos con el Chelsea, quien también saldrá derrotado el 21 en Moscú (no puedo dejar de identificar a los blues como un equipo prepotente y sobrado desde que Mourinho fue su entrenador).

A ver si le atino a alguna cosita, porque en el Ganagol, que paga a partir del décimo acierto, siempre hago 9. Sobretodo porque no todo en la vida es plata, también están el fútbol, el sexo, el bloddy mary y el bife chorizo. Eso no se a quién se lo aprendí, pero seguramente era pobre.

No me aguantaba más tiempo sin escribir algo sobre el tema. Y tampoco me aguanto un segundo más sin recomendarle nuevamente a Anabell, que va a tener hijo(a) en 20 días o antes, que le enseñe a ser hincha del Atlético Bucaramanga. Es todo un paquete pedagógico que envidiaría cualquier librucho de esos que enseñan a ser buenos padres. Yo le mando la camiseta!!!!