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lunes, 31 de mayo de 2010

¿Por qué Mockus obtuvo ayer la mitad de votos que Santos?

Los resultados electorales de ayer evidencian varias cosas que he venido defendiendo en público y en privado desde hace un par de meses:
1. Para hacer política, hay que hacer política. Mockus dejó de hacer muchas cosas que son políticamente rentables, pero que no son éticamente cuestionables. Para ganar en política hay que hacer publicidad, por ejemplo. En un país desconectado, Facebook no da más votos que la plaza pública. Una cosa es hacer política diferente y otra, muy distinta, es no hacer política.
2. Cuando el voto está relacionado con la emoción y la sensibilidad de los votantes, es altamente vulnerable a factores no políticos y también, poco racionales. La campaña verde sobrevaloró el potencial del llamado "primivotante". Los jóvenes, profe, no hicieron la tarea. Sin embargo, esto puede querer indicar que al ser un voto emocional, Mockus puede dar la sorpresa el 20 de junio, Ojalá!
3. Las encuestas desmotivaron el voto de opinión. Ante el falso positivo del empate técnico, los primivotantes y demás simpatizantes verdes, prefirieron quedarse en la casa viendo el Colombia-Nigeria. Al fin y al cabo, habría segunda vuelta.
4. La ola verde, alimentada por la adhesión de Fajardo, se desvaneció entre declaraciones políticamente no rentables de mi profe (como "voy a subir impuestos"), y la ausencia física de la figura del exalcalde de Medellín (que, al igual que los otros bastiones electorales del partido: Londoño en Boyacá y los exalcaldes en Bogotá, no le garantizaron el triunfo en esos lugares).
5. Mockus sólo llegó al 21% en la primera vuelta porque la gente sigue sin entender que el bien general debe primar sobre el individual. Porque la gente sigue votando en este país por quien le dé más, sin importar quién le da más al país.
6. Santos le ganó ayer a Mockus porque, según dicen todos los informes de antes y durante la elección, se cometieron fraudes aislados en favor de la U. Sin embrago, debo reconocer que esos fraudes no explican la totalidad de la diferencia. En lo que sí estarán de acuerdo hasta los más tercos santistas es que ninguno de los informes de las comisiones de verificación denuncia corrupción por parte de simpatizantes verdes.
7. Mockus sacó menos votos que Santos porque decidió, de manera deliberada, y a mi juicio equivocada, adoptar una estrategia de campaña que se centra en resaltar sus virtudes, sin destacar los defectos de sus rivales. Eso, profe, sirve para evidenciar lo que lo diferencia de los demás candidatos. Se puede hacer una campaña que diga abiertamente que su contrincante está involucrado en los más grandes escándalos de corrupción de la historia reciente del país, sin incurrir en falsedades o deshonestidades. Yo, como votante, tengo el derecho a conocer, de su boca, por qué la honestidad que usted encarna no es una virtud de Santos. Si no lo hace usted, difícilmente otros lo harán. Y el que sea usted quien lo diga, no lo convierte en mala persona, mal político, o mal candidato presidencial. Hágalo profe, principalmente, porque usted no tiene rabo de paja. Acuse, denuncie. Díganos sin dar tanta vuelta, ¿por qué Santos, en términos de honestidad, representa algo opuesto a lo que usted y su equipo nos ofrecen?
Mi pronóstico para la segunda vuelta lo doy en la próxima entrada, pero creo que así como la primera sorprendió a algunos, la segunda dejará boquiabierto a más de uno. Si la campaña verde ajusta algunas de las cosas que aquí menciono, este país puede cambiar en tres semanas.

miércoles, 5 de mayo de 2010