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jueves, 10 de julio de 2008

Como un mendigo


Un lector me hizo llegar este mail que transcribo y con el que no puedo estar más de acuerdo:

"Estoy viendo el desenlace del rescate y la metamorfosis de Ingrid, que me imagino yo que era de esperarse. Pero entre las cosas que me sacan la piedra (por ejemplo, las peticiones de los paises mamertos vecinos que no nombraré, de cambiar el texto de la declaración de la OEA, me tienen a punto de irme a sus aldeas capitales y cagarme en la plaza), es una entrevista en la que Ingrid dijo que 'desde el cautiverio se hicieron cosas importantes'. Cuidadosa construcción gramatical para que los que sí pensamos no la podamos agarrar directamente en la idiotez de semejante declaración, pero dejando la idea de que con poner cara de culo en las pruebas de supervivencia le cambió la cara al secuestro en Colombia. O que con sobrevivir (y no se le niega la valentía y perseverancia) le hizo un favor al país y merece una carrera política. Más merecen carreras y honores y casas los otros liberados, si es sólo porque sobrevivieron 4 años más que ella, de modo que las cosas importantes que hicieron en el cautiverio las estuvieron haciendo por más tiempo.

Como su corazón está en Francia y su vida se la debe a Francia, debería buscar una alcaldía por allá y no joder más. Ella nunca fue buena candidata antes y no hay razón para que lo sea ahora. Pero con su maricada de darle lecciones al gobierno que la salvó, tal vez le termine de sacar la piedra a los que no estamos putos ya y se le acaben las ganas de hacer ruido.

Me enteré en El Sauna que se habla de Nobel de paz. Para quién???? Que putas hizo Ingrid por la paz además de ir a meterse donde no la estaban llamando? Sobrevivir? Vayan y pregunten cómo es la cosa en Darfur y seguro encuentran mejor candidato para el Nobel en cualquier carpa de refugiados. Debe ser que la Academia está corta de candidatos para el premio.

A lo mejor es que antes de Ingrid todos los secuestrados salían sonrientes, lúdicos y pastoriles en las pruebas de supervivencia y cuando a ella se le ocurrió poner cara de culo, pues le cambio la conciencia al país. Ah, y gracias por sobrevivir, que notamos fue un favor, un acto altruista que ella hizo por todos nosotros. Qué falta de respeto!

Y no hablo de la del turbante porque, si empiezo, termino botando el computador por la ventana."

Hasta aqui el mail. Ahora, mi ñapa:

Mis amigos españoles están, por un lado, mamados de oir noticias de Colombia. Allá como que se habla más de Ingrid que del triunfo de la selección en la Eurocopa después de sesenta años y que del triunfo apoteósico de Nadal en Winbledon, en lo que los expertos aseguran fue la mejor final de la historia. Algunos, confundidos, me han preguntado que por qué exponen a nuestros liberados de esa manera ante las cámaras y me explican que a los rescatados de ETA los mantienen alejados de la prensa por unos meses mientras superan el shock post-traumático. -Cosas del trópico- contesto yo.

Otros no entienden por qué Ingrid salió tan lúcida a hablar de sus aspiraciones políticas y hasta ponen en duda que la hayan mantenido en la selva por seis años. -Ahí se equivocan, les digo. -Ella sí estuvo en la selva durante más de seis años, pero cuando a uno lo secuestran en el intento de salvar una pésima campaña presidencial, en un acto que nada tiene de altruista sino que defiende intereses meramente personales, tiene todo el perfil de una persona, que como un mendigo, es capaz de usar su propio sufrimiento y dolor para atraer la simpatía de sus semejantes y hacer política a costa de ello. Así que no nos debe extrañar la actitud de Ingrid. Como dice mi lector, "era de esperarse".

Celebro, como celebra mi lector que hayan liberado a los secuestrados. Queremos que los liberen a todos. Felicitamos al Ejército, al gobierno, a todos. Hoy el país es mejor por el regreso de estas personas, y será mejor cuando regresen todos los que hoy están privados de su libertad en las selvas colombianas. Nos quitamos el sombrero, o lo que toque quitarse, ante todos aquellos quienes soportaron semejante situación por tanto tiempo.

Pero de ahi a creer que este país lo debe gobernar alguien que, como Ingrid, fue secuestrada por no obedecer órdenes con el fin de obtener réditos personales, hay un camino ancho y largo. Lo que Ingrid necesita hoy es un abrazo de quienes la quieren, las voces de aliento de quienes la admiran por su fortaleza, que se le reconozca públicamente como un símbolo de aguante y berraquera.

Todo eso está bien, pero se necesita mucho más que eso para ser un candidato presidencial, y mucho, pero muchísimo más, para ser presidente de un país tan jodido como este.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy absolutamente de acuerdo! Lo que pasa es que acá para poder tener un cargo público hay que ser secuestrado (uno o la familia), que le hayan matado el papá o cualquier clase de calamidad de aquellas que pasan acá.
Mas que todo quedé sorprendido (la verdad ni tanto) con el "lo volvería a hacer" de Ingrid... qué barbaridad! Mas bien debería pedir disculpas a Colombia entera por que con su actitud populachera, arrogante, en contra de toda advertencia (ni siquiera Serpa lo hizo!); y en rescate, como bien lo dice Santiago, de una campaña perdida, mantuvo a "en Jaque" por parte de la guerrilla y sus aliados (con turbantes, camisas rojas y demás o sin ellos) a un pais y un gobierno que, sin yo ser su principal hincha, tengo que reconocer que ha logrado en seguridad y reestablecimiento la autoridad lo que ninguno había podido.
Ya veremos en qué termina su campaña señora Ingrid.